Wednesday, January 03, 2007


En cuanto a la trascendencia. Un resumen de Comte.

Alimentado por un clima de época, según Alejandro Kaufman, Augusto Comte postula un positivismo basado en la exclusiva confianza en los hechos.

El positivismo de Comte es un modo de ver las cosas conservador y no revolucionario; del orden, la armonía y no del desorden, de la contradicción.

El acceso al conocimiento sólo es posible a través de la explicación de los hechos basado en el lenguaje matemático – lógico. Por otro lado, Comte menciona al Arte, la literatura y la poesía como meros instrumentos que permiten afirmar el Espíritu, pero que no generan conocimiento. Si bien en esta primera etapa, Comte descarta la imaginación, lo quimérico y lo religioso, es importante destacar que al final de su vida dará un giro en relación a estos temas.

El positivismo tiene plena confianza en el método científico. Supone un monismo metodológico, es decir, que no existe otro manera de explicar los fenómenos por fuera de la lógica deductiva matemática. El científico deberá encontrar las leyes que regulan los fenómenos con el objetivo de predecir los acontecimientos futuros y así poder controlarlos.

La sociedad es vista como un organismo cuyos miembros tienen funciones especificas, se adaptan al ambiente y se perfeccionan a medida que la historia avance. Mientras que el cuerpo es visto como una armonía, los disturbios, el desorden es señala por Comte como un mal funcionamiento, una patología, una anomalía.

La historia es vista como un sucedo de estadios. Comte llama al primer estadio teológico, al segundo, metafísico y al tercero, positivista.

Comte supone que el estadio teleológico responde a una época en la cual las causas primarias y finales eran sobrenaturales. Supone una justificación de la existencia del mundo y del hombre basada en mitos, relatos, ficciones.

El estadio siguiente, el metafísico implicaría respuestas basadas en abstracciones, filosofías (la cuales descarta como un camino al conocimiento por tratar de encontrar las causas primeras).

El último estadio, en el cual él presupone estar, el positivo, lo constituye como la finalización de la historia ya que todos los hombres pensarían de una misma manera, accedería al conocimiento por medio de la confianza en los hechos.

Esta idea de historia por estadio tiene como presupuestos el orden y las leyes del progreso de Condorcet, una fe ciega en el progreso. Asimismo contiene una idea darwninista de la evolución de la sociedad.

Si bien el nombre Comte, el positivismo durante el siglo XX fueron concebidos como peyorativos, las ideas se fueron impregnando en el sentido común de las personas.
Actualmente se pueden escuchar frases como “si no lo veo, no lo creo” que infieren a la necesidad de observar los hechos para conocer la realidad, tal como pensaba el espíritu positivista que tanto mal ha causado como describen los pensadores de la Escuela de Frankfurt, Adorno y Horkeheimer. El uso de la razón instrumental trajo disfrazada la dominación del hombre cada vez más irracional. Estos señalan el trabajo como productor del uso de la razón puramente instrumental y el holocausto como el extremo de esta “racional irracional” uso de la ciencia.

En cuanto al tercer estadio, Comte señala que la ciencia ya no deberá preguntar más sobre el origen del hombre o del universo sino que sólo se encargará de descubrir las leyes que gobiernas los fenómenos. Esto implicaría dejar de preguntarse por la trascendencia para dar lugar a la inmanencia.

En cuanto a la trascendencia creo que es necesaria en el hombre, la considero como parte de la esencia del hombre. Si bien mi principal argumento es que Dios en su Palabra lo dice, creo también que si pensamos a la trascendencia como el verdadero karma del hombre y dejar de preguntarnos por ello como la solución, ¿no sería la salida más fácil? Por el contrario, creo que el problema del hombre no puede ser solucionado por el mismo sino que necesita de Dios para solucionarlo.

Si bien Comte llamaría esto un argumento teológico ya que me baso en un relato para responder, considero que después de dos mil años de cristianismo es necesario reconsiderar si ese estadio, como Comte llamaría, ha sido superado. Si bien, podríamos pensar en que siempre existen residuos de etapas anteriores, considero que creer en Dios y en la trascendencia del hombre siempre será un tema presente porque es algo que el hombre no puede solucionar por su mismo, le cuesta reconocer que necesita de Dios por su orgulloso corazón.

Así que, creo que si en algo puede objetarse mi argumento no sería por mi ignorancia sino por mi fe en Dios y en su Palabra.

Siguiendo con el recorrido biográfico de Comte, en la segunda etapa, Kaufman describe la inversión de su postura en relación al Arte, la pintura y la literatura. Comte reflexiona sobre estas instancias, plantea que permiten crear premisas para la producción intelectual.

Comte le da prioridad a la subjetividad, el sentimiento, la pasión, el amor, la adoración de la mujer y la religión.

Comte plantea la filosofía como ordenadora de la vida, antes la descartaba por completo; ve a la política como formadora de la moral y coordinadora de los actos públicos y privados. La poesía funcionará como la articuladora entre la filosofía y la política ya que embellece y ennoblece la existencia mediante la idealización del sentimiento.

Valeria Dupey.

Bibliografía:
· Casullo, Nicolás; Forsters Ricardo y Kaufman, Alejandro: Itinerarios de la modernidad, Eudeba, Buenos Aires, 1999.

(Este texto es una respuesta a una de las preguntas del parcial domicialirio de Principales Corrientes del Pensamiento Contemporáneo en la UBA)

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